Como prometimos hoy volvemos con el blog que dejamos a medio terminar, los hábitos más dañinos para la boca parte 2, donde hablaremos de los algunos deportes de los cuales debemos tener cuidado, la temperatura y como afecta a nuestros dientes. Así que dejémonos de rodeos y vamos a ello.

Deportes acuáticos sí, pero con atención

¿Sabías que algunos deportes como el buceo o la natación pueden afectar a la dentadura?

Los nadadores que exponen sus dientes al agua con cloro y otras sustancias químicas suelen acumular el sarro o placa dental mucho más frecuentemente que el resto. Las proteínas salivales se descomponen rápidamente en contacto con el pH del agua de la piscina y forman depósitos orgánicos en los dientes de color marrón, conocido como “el sarro de los nadadores”.

Otra actividad que puede afectar nuestra salud bucodental es el buceo, que puede provocar dolor de mandíbula, si antes no se ha consultado con el dentista cómo colocarse la boquilla del regulador de aire. Es muy frecuente también el conocido como “síndrome de la boca del buzo” (también llamado barodontalgia), este es un problema causado por el cambio de presión de aire, sobre todo si el buceador posee grandes caries, empastes, encías inflamadas o infectadas. Un consejo que podemos dar para quien sea portador de dentaduras postizas es acudir antes de bucear al dentista, para evitar que pueda tragársela, lo cual sería un problema.

Frío y calor

Es muy común la experiencia nada agradable de notar mucha sensibilidad en los dientes cuando se bebe algo muy frío o muy caliente conocido como sensibilidad dental. Por ello, lo más recomendable según nuestros especialistas, es no provocar estos grandes cambios de temperatura ingiriendo alimentos fríos alternando con calientes sin permitir que los dientes se aclimaten.

— El yogur, el queso, la leche, los huevos, carnes de vaca, pollo y pescado, así como las frutas, verduras y hortalizas favorecen la absorción del calcio necesario para evitar esa hipersensibilidad dental.

— La naranja, la mandarina y el pomelo, ricas en vitaminas C y A, flúor y calcio, limpian y fortalecen los dientes y combaten a las bacterias. Fortalecen las encías y ayudan a curar la gingivitis y la periodontitis, aunque deben ser consumidas con moderación ya que los ácidos pueden debilitar el esmalte.

— La zanahoria, el plátano, la manzana o las espinacas contienen altos niveles de flúor, lo que ayuda a fortalecer las piezas dentales y el esmalte.

— Las bebidas carbonatadas reducen el pH bucal y favorecen la aparición de sensibilidad.

— Los que sufren o han sufrido episodios de bulimia, aumentan drásticamente la acidez bucal por los episodios de vómitos, destruyendo de forma agresiva el esmalte y causando dolor.

Esperamos que esta información te ayude a guiar tu verano a una vida saludable para tu salud bucodental. Por otra parte queremos decirte que cualquier consulta no dudes en comunicarte porque como siempre decimos, para clínica dental Mardental tu sonrisa es lo más importante.